Perro Cairn Terrier
Nacionalidad: Escocia.
Origen: El Terrier de los Cairn procede de la costa oeste de Escocia y tiene un origen muy antiguo. Hace más de trescientos años se utilizaban ya en su lugar de origen perros de este tipo. La estirpe de cairns más antiguos conocida data de hace ciento 150 años, aunque entonces no se le conocía todavía con su nombre actual.
Descripción: Es un perro sólido y ágil, que tiene en su expresión un aire zorruno. Su cabeza, pequeña pero proporcionada al cuerpo, es triangular y bien provista de pelo. Las orejas son puntiagudas y erguidas, y las mandíbulas, fuertes. El lomo es recto, y los pies anteriores más gruesos que los posteriores. La cola es corta, erguida y alegre. El pelaje es denso, impermeable y enmarañado. El color va del leonado rojizo al gris y casi al negro, a veces atigrado.
Carácter: Es un perro de carácter vivaz y temerario, alegre y bullicioso, que ignora la agresividad. Tiene un aspecto simpático y divertido, y se ha convertido en un encantador perro de compañía, aunque continua manteniendo su temperamento de cazador activo y sigue siendo un alegre pendenciero. Independiente, pero no terco, es un paciente compañero de juegos infantiles. Es un buen guardián que no ladra innecesariamente.
Utilización: El Cairn era utilizado por los pastores de vacas y ovejas para cazar zorros, gatos salvajes, ratas y otras alimañas. Precisamente su nombre le ha sido atribuido por la facilidad con que se mueve por los "cairns", montículos de piedras donde tienen su guarida los zorros en algunas zonas de Escocia.
Cuidados: El áspero pelo del Cairn es de fácil cuidado, y sólo de vez en cuando se arranca para darle forma. Es mejor evitar acicalarle excesivamente para conservar su simpático aspecto desgreñado. Aprende rápidamente, pero precisa una educación constante si no queremos verlo convertido en el rey de la casa.
Alimentación: Las necesidades alimenticias en el ejemplar adulto, en condiciones de descanso, son de 500 a 530 Kcal. diarias. La aportación en sales minerales y vitaminas debe estar en relación con el momento fisiológico. Una carencia de éstas repercute negativamente en el estado de salud del perro, sucediendo lo mismo con un exceso. Dosis masivas suministradas con continuidad, tanto de vitaminas A y B y calcio, pueden comportar graves trastornos como disminución del apetito, estado de anemia, hemorragias en los cartílagos y calcificación en los riñones, pulmones y estómago.
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